Hace mucho tiempo ya, y sin saber exactamente cuándo, surgió en Egipto un gran maestro, o maestro entre los maestros al que llamaron tres veces grande. Considerado un dios entre ellos le dieron el nombre de Tot, al que los griegos terminaron llamando Hermes. Es así como nos ha venido hasta hoy en día su nombre y todo su conocimiento. Su doctrina se conoce como Doctrina Hermética y se vio reflejada en su libro más importante, El Kybalion. Desde los tiempos más remotos han existido iniciados en ella, aunque se mantuvo en secreto. Así el conocimiento del universo estuvo exclusivamente en manos de unos iniciados o elegidos que estaban preparados para entenderlo. La base filosófica de estas leyes radica en el dominio de las fuerzas de la mente y en la transmutación de una clase de vibraciones mentales en otras. Hoy en día ya han salido por fin a la luz sus siete leyes primordiales y son utilizadas en numerosas creencias, religiones y sectas Los principios de la verdad son siete:
el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas la puertas del templo se abrirán de par en par